La manzana, entre el homenaje y la superación.

Varias coincidencias tuvieron que concurrir para que la manzana se convirtiera en el rasgo distintivo de las ciudades... bueno, de algunas ciudades, sobre todo las de origen hispánico.

La invención del ángulo recto y los métodos para trazarlo aparecieron tempranamente en los primeros asentamientos de la ribera del Nilo y en China. Después vinieron los imperios y su voluntad expansiva (invasora) y el esquema cartesiano dio muy bien con la mentalidad militar, por lo que se difundió rápidamente. 

Así las cosas y las tendencias urbanas, a lo largo de casi 5 mil años, el ángulo recto y las parcelas cuadrangulares se convirtieron en la principal fuente de satisfacciones y conflictos entre los arquitectos. Atenderlas o ignorarlas son dos de las visiones extremas que vuelven cíclicamente a la cabeza de los arquitectos.

Si fuera posible, como dice el refrán, que para muestra sir viera un botón, podríamos olvidar las enormes diferencias de escala y magnitud de las casas de Pablo Senmartín en Córdoba y el Salesforce Transit Center que inauguró hace una semana César Pelli en San Francisco (EE. UU.).

Si podemos hacer este esfuerzo de abstracción veremos dos actitudes frente a la manzana: el homenaje y la superación. Está claro que escalas y complejidades exponen más que nada las limitaciones de la manzana como clisé urbano.

Pablo Senmartin desarrolla un experimento basado en variaciones superficiales, de materialidades y orientaciones. Su objetivo: sacarle el jugo a los puntos característicos de la manzana - sus esquinas abriendo la cantidad de posibilidades que surgen del trabajo sistemático sobre la grilla fundacional.

El tema y la magnitud del trabajo de Pelli en San Francisco, un centro multimodal de transporte que combina ómnibus y trenes, necesita "pasarle por encima a la manzana". Sin embargo, el edificio acorde con las tendencias más recientes en intervenciones urbanas- se cui da de alimentar la planta baja y las veredas con actividad de interés público. Claro que en un contexto urbano denso como el del centro de la ciudad californiana los espacios abiertos son imprescindibles. En este caso, Pelli convierte la manzana en un objeto 3D, eleva el parque a 30 metros del piso y propone decenas de sistemas de ascenso rápido y atractivo.

Senmartín plantea casas introvertidas, piezas repetitivas que ofrecen combinaciones amplias. Pelli, un gran edificio que junta 5 manzanas para poder existir. Son dos formas de enfrentar la trama urbana, cada una acorde a su escala. El punto en el que la manzana puede entrar en crisis.